El juego


La historia

En los orígenes de los tiempos, cuando la tierra lloraba fuego, se forjó el país de Mambré.

Donde los antiguos herreros fo

rjaron, una mágica joya “El Cetro Buadhan”. Este entre otras propiedades tenía la propiedad de hacer a su dueño conocedor de la verdadera personalidad de todo aquel que estuviera en su presencia, de nada servían las apariencias ni las mentiras, ante el cetro, toda persona se encuentra desnuda. 

La joya fue pasando de generación en generación hasta llegar a Evagrio el Póntico elegido rey por unanimidad por sus valores, era sin duda el primer caballero, y a él le correspondía guardar y proteger el “El Cetro Buadhan” Debido a la importancia de esa joya, se creó, una orden de 14 caballeros y guerreras, que eran los encargados de administrar la justicia, alimentar a los necesitados y hacer que reinara la armonía en todo el territorio.

Los caballeros participaban en las

justas para distraer al pueblo y celebraban grandes fiestas,

Pero la envía y la codicia nunca

duermen y su semilla se fue sembrando en el corazón de algunos caballeros y guerreras. Con el tiempo la unión entre los caballeros empezó a hacer aguas por las ambiciones personales y sin el conocimiento de la mayoría de sus miembros, se fue creando una liga secreta con el propósito expreso de derrotar a Evagrio.

 

La liga estaba formada por: Hyfforddiant, Gier, Lust, Harag, Litótita, Envie y Ubuvila

 

Un día hace 36 años, en una jornada de caza el rey persiguiendo a un ciervo, se internó en lo profundo de la maleza, y allí, bajándose del caballo, siguió a pie hasta que cayó en una emboscada, vio como un grupo de siete caballeros se convertirían en traidores y luchaban contra los protectores del reino. Pero a pesar de resultar mal herido tuvo tiempo de esconder “El Cetro Buadhan” en un lugar sagrado alejado de las codicias de los caballeros, antes de morir.

 

 

La liga, debido a ser inculpada por asesinar a Evagrio, el Gran Caballero Sagrado, se los tachó de bandidos y traidores. Obligados a dispersarse para evitar ser capturados, consiguieron escapar por separado.

 

Con el paso del tiempo, cada caballero caído, fue tomando posesión de su territorio creando cada uno su propia nación, pero en el fondo, seguían formando parte de la liga, cuyo objetivo era vencer a los siete pueblos y encontrar el “El Cetro Buadhan” para perpetuarse en el poder.

 

Mientras tanto, el tiempo pasaba en el reino de los siete pueblos. Tras la muerte de Evagrio su hijo Juan Casiano lo sustituyo y consiguió mantener las fronteras del reino estables. Juan duró poco tiempo en el reinado, un lamentable accidente de caza provocó su muerte prematura, aunque según las habladurías, el accidente no fue tal, la mano de la liga es alargada y aunque no se pudo probar su participación, lo cierto es que la liga estaba tomando cada vez más poder. Al escuchar estas acusaciones, los Señores de la liga se encargaron de formar un gran ejército que está listo y dispuesto para luchar por derrocar al nuevo rey Gregorio, pero como estaba en la antigua premonición, el grupo de fieles, los siete pueblos: Iselder, Bujari, Chastity, Türelem, Iremía, Charité y Ukuzikhandla, están dispuestos a defender sus fronteras y volver a reconstruir la unidad del reino.